Pequeña guía rápida para reparar un pinchazo

Pequeña guía rápida para reparar un pinchazo

Con la llegada del verano y el incremento de desplazamientos por carretera, conviene estar preparados para cualquier imprevisto. Uno de los más comunes es el pinchazo de un neumático, una situación que puede arruinar un viaje si no se sabe cómo actuar.

Sin embargo, si contamos con las herramientas adecuadas y sabemos cómo utilizarlas, el problema puede resolverse en pocos minutos.

En principio, si seguimos la normativa vigente, tendremos las herramientas, ya que es obligatorio llevar en el coche una solución para estos casos, ya sea una rueda de repuesto o un kit antipinchazos en condiciones.

Y respecto a cómo actuar, intentamos dejarte esta guía rápida y sencilla para que puedas reparar un pinchazo de forma segura y eficaz, desde el clásico cambio de rueda hasta los modernos kits antipinchazos.

  1. Detectar el pinchazo

En ocasiones, el pinchazo es evidente: la rueda está completamente desinflada o el coche emite un sonido anormal al rodar. Pero en otras, puede tratarse de una pérdida de presión lenta y progresiva, que solo se percibe por una menor estabilidad o un mayor consumo de combustible. Por eso es importante revisar regularmente el estado de los neumáticos y su presión.

Si el pinchazo es pequeño y el objeto que lo ha causado (como un clavo o un tornillo) sigue incrustado, es preferible no retirarlo hasta estar preparados para reparar la rueda, ya que podría agravar la fuga.

  1. Cambiar la rueda: la opción tradicional

Si tu vehículo cuenta con rueda de repuesto, es una de las soluciones más fiables y duraderas para continuar el trayecto con seguridad. Para ello:

  1. Detén el vehículo en un lugar seguro y en llano.
  2. Coloca el freno de mano y señaliza la zona con los triángulos de emergencia o la baliza V16m que será obligatoria y conectada a partir del 1 de enero. Y no olvides colocarte el chaleco de seguridad.
  3. Afloja los tornillos de la rueda pinchada con la llave (puedes utilizar el pie si están muy apretados).
  4. Eleva el coche con el gato –suele estar bajo el suelo del maletero, o en un lateral del mismo, o dentro de la rueda de repuesto– y retira la rueda dañada.
  5. Coloca la rueda de repuesto y aprieta los tornillos.
  6. Baja el vehículo y asegúrate de que los tornillos están bien ajustados, apretándolos un poco más.

Recuerda que si la rueda de repuesto es de tipo «galleta» o de emergencia, deberás circular a velocidad reducida y sustituirla cuanto antes por un neumático convencional.

  1. Uso de un kit antipinchazos

Cada vez más vehículos prescinden de la rueda de repuesto e incorporan un kit antipinchazos. Estos kits permiten reparar provisionalmente el neumático sin desmontarlo, lo que resulta muy práctico si el pinchazo es leve y está en la banda de rodadura.

Uno de los kits más reconocidos del mercado es el Slime Smart Repair, comercializado por Recalvi. Este tipo de kit incluye un sellador especial y un compresor. El procedimiento es sencillo:

  1. Si es posible, retira el objeto que ha causado el pinchazo, y conecta el tubo del sellador a la válvula de la rueda.
  2. Inyecta el producto siguiendo las instrucciones del fabricante. El sellador recubre el interior del neumático y tapa la fuga.
  3. A continuación, utiliza el compresor para inflar la rueda hasta la presión recomendada.
  4. Conduce lentamente durante unos kilómetros para que el producto se distribuya uniformemente por el interior del neumático.

Este tipo de reparación es temporal, por lo que deberás acudir a un taller cuanto antes para revisar y reparar el neumático o bien reemplazarlo por uno nuevo. No obstante, es una solución rápida, limpia y eficaz para salir del paso.

  1. Mechas o kits de reparación manual

En algunos casos, los conductores más experimentados pueden recurrir a kits de mechas para tapar manualmente el orificio del pinchazo. Esto implica:

  • Localizar el pinchazo
  • Retirar el objeto punzante
  • Introducir una mecha, si tienes la herramienta adecuada
  • Cortar lo sobrante y volver a inflar la rueda.

Aunque es una solución más permanente que el sellador, requiere más habilidad y herramientas, por lo que no es recomendable para todos los usuarios ni en todas las situaciones.

  1. Sustituir el neumático reparado

Tanto si has utilizado una rueda de repuesto como un kit antipinchazos, es fundamental sustituir el neumático afectado por uno nuevo en cuanto sea posible. Las ruedas de repuesto no están diseñadas para un uso prolongado ni para circular a altas velocidades, y las reparaciones con kit son temporales. Acudir al taller y cambiar el neumático garantizará tu seguridad y la del resto de ocupantes del vehículo.

¡Y recuerda también reponer el kit antipinchazos, pues son de un solo uso!

  1. Prevención y mantenimiento

Además, recuerda que la mejor forma de evitar un pinchazo es prevenirlo. Y esto se consigue llevando un buen mantenimiento de los neumáticos, con estos consejos adicionales:

  • Revisa la presión al menos una vez al mes. Recuerda que se revisa en frío.
  • Comprueba el estado del dibujo y busca cortes, grietas o deformaciones.
  • Evita circular por zonas con escombros, clavos u objetos cortantes.
  • Si tu coche no lleva rueda de repuesto, asegúrate de llevar un kit antipinchazos operativo y revisado.

Por último, si te agobias porque crees que eres incapaz de reparar el pinchazo, te recordamos que si tu seguro tiene asistencia en carretera, puedes llamarles para que te echen una mano.

 

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