Las cinco principales causas de accidentes en verano… y cómo prevenirlas

Las cinco principales causas de accidentes en verano… y cómo prevenirlas

Conducir en verano tiene su encanto… pero también sus riesgos. Carreteras más llenas, calor, y a veces, prisas por llegar. Por eso, conocer qué factores están detrás de los accidentes más comunes en estas fechas es clave para evitar sustos y disfrutar del viaje.

La Dirección General de Tráfico (DGT) y otros organismos han recopilado datos que señalan las causas más frecuentes de accidentes durante esta época. Conocerlas no solo nos ayuda a entender el problema, sino que también es clave para tomar decisiones responsables que permitan llegar con seguridad a nuestro destino. A continuación, repasamos las cinco causas principales de accidentes en verano, acompañadas de datos y consejos prácticos para prevenirlas.

  1. Distracciones al volante

Las distracciones son la principal causa de los accidentes de tráfico con víctimas en España: hasta el 31% de los accidentes mortales, según datos recientes de la DGT. La mayoría de estas distracciones se deben al uso del teléfono móvil para llamar, enviar mensajes o incluso revisar aplicaciones. Pero también son comunes otras como ajustar el navegador, cambiar la radio, o interactuar con los acompañantes.

Durante el verano, cuando los viajes suelen ser más largos y a menudo en compañía amigos e incluso de niños, las distracciones tienden a aumentar. Es fácil pensar que «solo un momento» para mirar el móvil no supone un problema, pero esos segundos de falta de atención pueden ser decisivos.

Para evitar este riesgo, lo mejor es planificar la ruta antes de salir y reservar los descansos para atender cualquier cuestión que no sea la conducción. Mantener la atención en la carretera es la mejor forma de protegerse a uno mismo y a los demás.

  1. Conducción bajo los efectos del alcohol y drogas

Una realidad preocupante es que, en verano, el consumo de alcohol y otras sustancias sigue estando muy presente en los accidentes de tráfico graves. En 2024, el 48,2% de los conductores fallecidos dio positivo en alcohol, drogas o psicofármacos, según el Instituto Nacional de Toxicología.

Este dato es especialmente relevante porque refleja cómo, a pesar de las campañas de concienciación, muchos conductores siguen asumiendo riesgos innecesarios. El perfil más habitual corresponde a hombres entre 25 y 55 años, que se ven involucrados en accidentes fatales tras consumir alguna sustancia que afecta sus reflejos y juicio.

No hay cantidad segura de alcohol para conducir. Por eso, la recomendación es clara: si vas a beber, busca alternativas para moverte, como transporte público, taxis o conductores designados.

  1. Fatiga y sueño

La fatiga es una de las causas subestimadas pero que está detrás de muchos accidentes de tráfico, y de forma especial en verano. Los viajes largos, las altas temperaturas, la monotonía de las carreteras, y la falta de descanso adecuado disminuyen la capacidad de atención y aumentan el tiempo de reacción.

La DGT advierte que la somnolencia al volante es un problema grave y responsable de numerosos accidentes. Y durante el verano, la combinación de calor y cansancio puede ser especialmente peligrosa.

Para prevenir la fatiga, es recomendable hacer paradas cada dos horas, descansar bien la noche anterior al viaje y evitar conducir en horas a las que no estamos acostumbrados, sobre todo si no se está descansado. En caso de sentir sueño, olvídate de cafeína y otros remedios mágicos: la mejor opción es detenerse y descansar un rato.

  1. Exceso de velocidad

Muchos conductores asocian el verano con carreteras despejadas y buen clima, lo que puede llevar a relajar el respeto por los límites de velocidad. Sin embargo, el exceso de velocidad sigue siendo una de las principales causas de accidentes mortales.

Diversos estudios sobre prevención demuestran que conducir por encima de los límites reduce el margen para reaccionar ante imprevistos y aumenta la fuerza de impacto en caso de colisión, lo que incrementa la gravedad de los daños.

Respetar los límites de velocidad es, sin duda, una de las formas más efectivas de prevenir accidentes graves y garantizar un viaje seguro para todos.

  1. Condiciones meteorológicas adversas

Aunque el verano suele ser sinónimo de buen tiempo, las condiciones meteorológicas pueden cambiar rápidamente. Tormentas de verano repentinas, exceso de calor o el deslumbramiento solar son factores que afectan la visibilidad y el control del vehículo.

Según la DGT, estas circunstancias aumentan el riesgo de accidentes ya que la velocidad y el modo de conducción habituales deben cambiarse para adaptarse a las condiciones reales de la carretera.

Además, conviene siempre revisar el estado del vehículo antes de cada viaje, especialmente los neumáticos y frenos, y utilizar gafas de sol para protegerse del deslumbramiento. La prudencia es el mejor consejo para prevenir.

En conclusión, aunque conducir en verano entraña sus riesgos, el sentido común y los datos oficiales nos muestran que muchas de las causas de accidentes son evitables si actuamos con paciencia precaución.

Evitar distracciones, no conducir bajo los efectos del alcohol o drogas, descansar adecuadamente, respetar los límites de velocidad y adaptarse a las condiciones meteorológicas son pasos esenciales para prevenir estos riesgos y llegar sanos y salvos a nuestro destino.

 

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