La seguridad al volante y lograr alcanzar las cero víctimas mortales en las carreteras constituye un objetivo común de la Unión Europea y de todos los estados que la integran.
Sin duda, las nuevas tecnologías se han volcado en los últimos años en conseguir esta meta, con la implantación de sistemas de prevención de accidentes y asistencia a la conducción cada vez más sofisticado.
Hoy día son muchos los coches que cuentan con los denominados sistemas ADAS, siglas en inglés de Advanced Driver Assistance Systems (Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor), algunos de ellos tan conocidos como el de frenado de emergencia o el control de crucero adaptativo.
A partir de este verano, estos sistemas ya no serán un extra opcional a la hora de comprar un vehículo, sino que todos los coches nuevos matriculados a partir del 6 de julio deberán traer de serie al menos ocho de estos dispositivos auxiliares, que se suman a algunos ya obligatorios desde 2014, como la alerta de uso de cinturón –que ahora se amplía– o el control de presión de los neumáticos.
Esto es así porque se cumple el plazo que establecía el Reglamento 2019/2144 de la UE, que ya estableció esta norma en 2022 para los vehículos homologados.
Te vamos a describir estos ocho ADAS obligatorios de uno en uno.
Asistente de velocidad inteligente (ISA)
Este asistente adapta la velocidad máxima del vehículo tanto a la distancia del que le precede como a las señales que lee en la carretera, y lo hace mediante cámaras que están sincronizadas con el GPS. Realmente, este sistema requiere de otros ADAS, ya que necesita que el automóvil tenga Control de Crucero Adaptativo, así como un sistema de reconocimiento de señales. El reglamento europeo establece que debe posibilitarse al conductor desactivarlo.
Detector de fatiga y somnolencia (DDR)
Este sistema detecta el sueño o las distracciones del conductor y le avisa con señales sonoras y visuales (normalmente, un fuerte pitido y una taza de café en el cuadro de instrumentos) para que pare a descansar. Las formas en que el DDR percibe esas señales son de lo más variado: desde el tiempo que lleva en marcha el motor hasta la detección de la presión de las manos sobre el volante, e incluso cámaras que monitorizan los rasgos faciales. Eso sí: el reglamento de la UE prohíbe expresamente que esos datos biométricos se utilicen para ningún fin, y permanecen en un bucle cerrado donde se borran una vez cumplido su fin.
Alerta de cambio involuntario de carril (LDW)
¿Eres de los que no utilizan el intermitente jamás cuando conducen? Pues en los nuevos coches, esta mala costumbre se va a acabar. Y eso es porque esta alerta se activa cuando cambias de carril sin haberlo señalizado previamente, ya que el sistema detecta que te estás saliendo de las líneas, sean continuas o discontinuas, por una distracción por ejemplo. En algunos casos el volante incluso ofrece resistencia si tratas de no “obedecer” a tu coche cuando te centra de nuevo en tu carril. En otros, vibra el volante, y en la mayoría, alerta mediante avisos sonoros y en el cuadro de instrumentos. Normalmente funciona gracias a una cámara que detecta las líneas de la carretera hasta 100 metros por delante.
Sistema de frenado de emergencia
A través de sensores, este sistema detecta la proximidad de algún obstáculo y, en caso de que el conductor no frene al recibir el aviso acústico y/o visual, lo hace el coche automáticamente. También deben poder desactivarse manualmente. De hecho, algunos expertos defienden que se inhabilite en determinadas circunstancias, por ejemplo, al circular con lluvia intensa ya que una gota en el sensor podría desencadenar ese frenado.
Alerta de tráfico cruzado (RCTA)
Es similar al frenado de emergencia, pero se activa al maniobrar marcha atrás, frente a objetos, vehículos o peatones. Puede funcionar a partir de sensores que cubren no sólo la parte de atrás sino los ángulos muertos, o mediante cámara trasera. Suele emitir señales acústicas y a veces también visuales en pantalla. Si el conductor no frena, el coche para automáticamente antes de colisionar.
Caja negra (EDR)
El Event Data Recorder según sus siglas en inglés o Registrador de Datos de Incidencias es, quizás, lo más novedoso en lo que a ADAS se refiere y, al contrario que los demás, que se enfocan en la prevención, éste tiene como objetivo poder estudiar las causas de los accidentes para que así los fabricantes puedan corregirlas. Lo que hace es grabar toda una serie de datos desde 30 segundos antes del accidente y hasta 5 segundos después. Aunque coloquialmente se conozca como caja negra, no registra sonidos ni imágenes, sino que graba un total de 15 variables, tales como velocidad, revoluciones, frenado, fuerza del impacto, dirección, posición del acelerador, funcionamiento de airbags, cinturones y otros asistentes, etc. Tampoco retiene ningún dato personal del conductor.
Alerta de uso de cinturón en todas las plazas
Aunque esta alerta era obligatoria para el conductor desde 2014, ahora pasa a serlo para todas las demás plazas. Suele ser una señal luminosa y acústica que se activa tras recorrer los primeros 200-500 metros, o se superan los 25 km/h, y es cada vez más fuerte hasta que los ocupantes pongan el cinturón.
Inhibidor de arranque con alcoholímetro
Este es uno de los sistemas más innovadores, si bien hay que aclarar que, de momento, los turismos están obligados sólo a llevar una preinstalación. No así los autobuses, que deberán contar con este dispositivo que impide encender el vehículo sin soplar previamente por un alcoholímetro conectado al arranque. En caso de que el conductor dé positivo, el encendido queda bloqueado durante 30 minutos, en que podrá repetirse la prueba.
¿Están los talleres de España preparados para el mantenimiento y reparación de los sistemas ADAS?
Los sistemas ADAS son tantos y tan innovadores que resultaría imposible que los profesionales de los talleres pudieran conocerlos todos en el momento que se formaron. De hecho, se estima que superan la treintena, pues, además de los citados dispositivos obligatorios, hay muchísimos más.
Precisamente por esta razón, éste es el tercer año consecutivo que la red de talleres RecOficial Service ofrece formación específica sobre sistemas ADAS a mecánicos no sólo de España sino también de Portugal.
Este curso contempla tanto la reparación de los sistemas como la diagnosis y calibración, algo en lo que el responsable de Desarrollo de la Red, Rubén Álvarez, hace mucho hincapié: “Es que algo tan sencillo como un cambio de luna por un golpe hace que haya que volver a calibrar estos sistemas. No es sólo repararlos cuando están dañados, es que cada vez que tocas algo en el coche, necesitas recalibrarlo”. Otro ejemplo que pone Álvarez es el de los radares de proximidad, que muchas veces se rompen con golpes frontales, “y no es cuestión de colocar un radar nuevo, sino que hay que someterlo a esta calibración también, porque, de lo contrario, no cumple su función”.
Lo cierto es que es un tema que preocupa tanto a los talleres que, de forma excepcional, no sólo los adheridos a RecOficial reciben esta formación, sino que se están impartiendo otros cursos más básicos para todos los talleres clientes de Recalvi, pertenezcan o no a esta red. “El objetivo es que tengan el conocimiento para poder solventar averías de cualquier tipo en las que se vean implicados estos sistemas”, subraya Álvarez, quien comenta además que ya son muchísimos los coches que entran a los talleres que incorporan ADAS.
De hecho, según un reciente informe elaborado por GIPA este mismo año, el 43% de los vehículos que circulan por nuestras carreteras cuenta con alguno de estos sistemas.
La DGT, por su parte, calcula que, si todos los vehículos contaran con ADAS evitarían unos 50.000 accidentes al año y, en casi el 60% de los casos, serían menos graves.









