Que no todos los coches consumen lo mismo, es una evidencia. Pero es que un mismo vehículo tampoco consume igual, pues depende de distintos factores, como la forma de conducir, o el propio mantenimiento que le hagas a tu coche. Aquí, te damos algunos trucos para que gastes menos en combustible.
El precio de los combustibles es una de las cuestiones que más quebraderos de cabeza nos produce a la hora de coger el coche, bien para viajar largas distancias, bien para conducir por ciudad. Nos pasamos la vida buscando fórmulas para gastar menos en gasóleo o gasolina. Unas funcionan, y otras no.
Vamos a resumirte los que consideramos son los mejores consejos para reducir el consumo de tu vehículo y, por tanto, ser al mismo tiempo más respetuoso con el medio ambiente. Los dividimos en dos bloques: los que dependen del mantenimiento del vehículo, y los que tienen relación con la manera de conducir.
Mantenimiento del vehículo
Estos son algunos aspectos del mantenimiento del vehículo que repercutirán en un menor consumo.
- Alineación, estado y presión de los neumáticos. Una correcto alineado de los neumáticos puede reducir el consumo de combustible, respecto a una alineación defectuosa, de forma considerable. Debemos revisar este aspecto como mínimo cada 50.000 kilómetros. Igualmente, la presión de los neumáticos debe ser la adecuada, tanto por ahorro como por seguridad. Lo aconsejable es mirarla cada tres meses o cada 5.000 kilómetros.
- Cambio de aceite. El aceite es fundamental para el buen funcionamiento del motor. Su cambio, en la periodicidad adecuada (mínimo, cada 30.000 kilómetros, aunque es aconsejable a los 15.000, con cada revisión), puede reducir el consumo de combustible hasta un 3%, ya que reduce la fricción. Lo mismo sucede con el filtro de éste.
- Filtro de aire. Si el filtro de aire está obturado, y no permite que éste entre bien, la mezcla en la combustión tendrá más gasolina, con lo cual el consumo será mayor. Se recomienda limpiar cada 5.000 kilómetros, o cambiar cada 10-15.000 (dependiendo del fabricante).
- Bujías/Calentadores/Inyectores… Y otros aspectos, que deben revisarnos periódicamente en el taller, repercuten en el consumo de nuestro vehículo. Si le hacemos todas las revisiones, no debería preocuparnos.
Conducción eficiente
Nuestras costumbres al volante también afectan a que el consumo sea mayor o menor. Tanto, que siguiendo estos consejos tu ahorro de combustible puede llegar incluso ¡¡al 20%!!
- Velocidad adecuada y constante. Evita los frenazos y acelerones. Trata de mantener una velocidad constante. En autovías y autopistas, la mejor velocidad es 110 kms/hora. A partir de ahí, el gasto se incrementa.
- Marchas largas. Utiliza siempre la marcha más larga que te permita conducir seguro. Evita, en ciudad, usar la primera más que para arrancar si es necesario. En carretera, no dejes que se revolucione el motor: cambia a la siguiente marcha a las 2.500 revoluciones, y no sobrepases las 3.000 rpm.
- Maletero vacío. Trata de llevar en el maletero sólo lo imprescindible. Tenemos la mala costumbre de ir acumulando cosas que allí quedan. Y ese peso, incrementa el consumo del vehículo.
- No abuses del aire acondicionado. Tampoco es cuestión de que pases calor… pero, salvo que sea imprescindible, no uses el aire acondicionado, pues, como mínimo, incrementa el consumo de combustible en un 5%… Un 10% de media. ¡Ah! Pero aún peor es si vas por autovía o autopista con las ventanillas abiertas. En ese caso, y en días de calor, tendrás que decantarte por el aire acondicionado como “mal menor”…
- Ir en “punto muerto” no reduce el consumo. Es uno de los falsos mitos. En determinados vehículos, puede “reducir” apenas 0,1 litros cada 100 kms… Lo mismo que reduciría el consumo, por ejemplo, plegar los retrovisores. Pero jamás debemos hacer esto por una mera cuestión de seguridad.